Los inicios de la automatización de bibliotecas en México. Juan Voutssás Márquez

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Los inicios de la automatización de bibliotecas en México - Juan Voutssás Márquez

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      4.- La necesidad de más y mejor información científica especializada

      Desde 1941, en la Constitución de Lawton, Oklahoma, se utilizó por primera vez en el mundo el término ‘explosión de la información’ para referirse al enorme crecimiento de la información global.

      Oxford English Dictionary.

      Como ya fue mencionado, el segundo gran problema que detonó la asociación entre bibliotecas y computadoras fue la necesidad de contender con los cada vez mayores requerimientos de información especializada por parte de los usuarios de alto nivel: los científicos. Repentinamente, el departamento de consulta de las bibliotecas se volvió insuficiente.

      Una de las grandes lecciones de la Segunda Guerra Mundial consistió en demostrar que la unión de talentos multidisciplinarios trabajando con un propósito común producía mejores resultados en tiempos reducidos: entre otros, se distinguen ejemplos muy representativos como el Proyecto Manhattan —la bomba atómica—, el radar, los antibióticos, y las computadoras electrónicas ENIAC y Enigma. El primero en señalar este hecho apenas terminado el conflicto fue Vannevar Bush en su muy famoso artículo “As we may think” (“Como podríamos pensar”). Bush había sido el director de la Office of Scientific Research and Development (Oficina para la Investigación y el Desarrollo Científico) del gobierno de Estados Unidos durante la guerra, donde coordinaba a unos seis mil científicos, y por este motivo estaba al tanto de los grupos de investigación, las metodologías y los resultados. Como es sabido, Bush reseñó en su artículo todos los avances en ciencia y tecnología que él había estado observando y que serían realidades prácticas pocos años después, como la fotografía avanzada, la fotocopiadora, el fax, y su famoso dispositivo personal de información masiva automatizada Memex, por mencionar algunos (Bush 1945[1]). Como mencionó el editor de esa revista, “[…] de manera similar al trabajo que Emerson publicó en 1837 en The American Scholar. Este artículo del doctor Bush hace un llamado al establecimiento de una nueva relación entre el ser humano pensante y la suma de nuestro conocimiento”. Bush resalta ahí la gran necesidad de contar con información científica masiva y especializada. Estaba tan convencido de ello, que dedicó sus esfuerzos a seguir fomentando el desarrollo científico y tecnológico de la unión americana. En su documento denominado “Science: The Endless Frontier” (“Ciencia, la frontera infinita”), propuso la creación de la National Science Foundation (NSF) en ese país (Bush 1945[2]).

      Armando Sandoval afirmó sobre el tema:

      […] La guerra mundial mostró también que la civilización industrial del siglo XX está basada en la compleja estructura del conocimiento científico y esta fábrica de ciencia requiere un alto grado de comunicación internacional y de intercambio entre los científicos [...] Pero este intercambio de datos escritos no es nada fácil ni barato. Se calcula que en Estados Unidos el costo anual de la investigación bibliográfica científica es de cerca de 300 millones de dólares; es decir, más del 10% de lo que ese país gasta en investigación, y cifras semejantes se pueden citar para los grandes países industriales, y sin embargo, la deficiencia en la documentación es tal, que los científicos están cada día más alarmados por el desperdicio y la duplicación existentes (Sandoval 1956,163).

      A su vez, Alicia Perales escribió al respecto:

      […] La industria de la información durante la Segunda Guerra Mundial se enfrentó a tres etapas importantes de su elaboración: la compilación, la exhaustividad y la síntesis, en un ambiente de innovación científica y tecnológica, de creciente volumen informativo y de rapidez en la búsqueda y recuperación de información para satisfacer necesidades de gestión e investigación. Los métodos tradicionales bibliográficos quedaron atrás ante la preferencia de nuevas técnicas […] (Perales 1981, 15-16).

      Los métodos de investigación desarrollados durante el conflicto y sus grandes resultados detonaron en gran parte del mundo la investigación por sistema en numerosas universidades y centros al efecto, y la especializaron cada vez mayor. La consecuencia inmediata de ello fue una demanda rápida y creciente de información científica especializada. Tan pronto como 1950 y previo a la primera computadora comercial, se le atribuye a Calvin Mooers la invención del término “recuperación de información” (“information retrieval”) ya con su acepción moderna: “[…] la recuperación de información es el nombre del proceso o método mediante el cual un posible usuario de información es capaz de convertir su necesidad de información en una lista real de referencias a documentos almacenados que contienen información útil para él” (Mooers 1950, 1F).

      Perales agrega en otra de sus obras

      De este estado de cosas, surgió la necesidad de crear un oportuno y eficiente servicio de información para la comunidad de sabios. Así surgieron miles de centros de documentación, institutos, etcétera, de información científica. Estos constituyen —en países avanzados— verdaderas redes de información para ayudar a la investigación de grupo y a equipos de varios países. En los últimos veinte o treinta años, estas actividades se han desenvuelto en tal forma que han constituido una disciplina autónoma que utilizó medios manuales en un principio, y a la que se conoció con el nombre de documentación científica. Pero a medida que las exigencias de rapidez y precisión se acentuaron, se emplearon nuevos procedimientos, los electrónicos, que dieron lugar a otra especialidad: la informática (Perales 1975,18).

      Cabe hacer notar en este punto que a principios de la segunda mitad del siglo XX, el concepto de informática en español difería sensiblemente del actual. Hoy en día, informática es prácticamente un sinónimo de computación. Esto puede constatarse si revisamos algunos diccionarios contemporáneos. Por ejemplo:

      El Diccionario de la Real Academia define Informática como el “conjunto de conocimientos científicos y técnicas que hacen posible el tratamiento automático de la información por medio de computadoras”.

      El Diccionario en línea de la Web de los Programadores define Informática como la “ciencia que estudia el tratamiento automático y racional de la información a través de los ordenadores. Este término se refiere a lo mismo que computación, solo que informática tiene origen francés y computación origen inglés”.

      El Diccionario en línea Alegsa define Informática como la “ciencia que estudia el tratamiento automático de la información en computadoras, dispositivos electrónicos y sistemas informáticos”.

      The Free Dictionary on line en español define Informática como el “conjunto de conocimientos científicos y técnicas que hacen posible el tratamiento automático de la información mediante dispositivos electrónicos o el uso de ordenadores”.

      El Diccionario Enciclopédico Vox 1 de Larousse define Informática como la “ciencia teórica y aplicada que estudia principalmente el tratamiento automático de la información”.

      Como puede observarse, la resultante general de los diccionarios actuales es que informática es simplemente el tratamiento de la información con computadoras. Esto es sumamente general y difiere del concepto primigenio del término.

      Alicia Perales estableció la conceptualización original:

      […] es importante destacar que hacia 1958, los procedimientos empleados para fines de información científica fueron adquiriendo en Europa

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