Para una crítica del neoliberalismo. Rodrigo Castro
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28 De forma clara Eucken dijo que «nuestros políticos no consiguen, si quiera, estar al nivel de los del siglo dieciocho» (2017: 64). Que eran los cameralistas se vio en Eucken, 2017: 67. Debo la pista de esta idea a Pierluigi Marinucci.
29 Como ha visto Lars Gertenbach, «Auf einer grundsätzlichen Ebene ist zunächst ersichtlich, dass sich der Neoliberalismus ebenso wie der klassische Liberalismus als eine genuine Form der Problematisierung der Regierungspraxis artikuliert» (2008: 80).
30 Un ejemplo más se puede ver en Johanna Oksala: «Mi argumento es que rastrear la genealogía del neoliberalismo hasta el ordoliberalismo alemán facilita el reconocimiento del camino específico que ha seguido la neoliberalización de Europa» (2017: 182). Por supuesto Oksala plantea las cosas de un modo refinado. El ordoliberalismo sería una forma de gubernamentalidad dotada de una «ontología política coherente». Mi trabajo quiere asumir este reto. Para Oksala esta ontología política implica creencias acerca de la naturaleza de la sociedad, del mercado y del ser humano. Por supuesto, necesita también de una tecnología política capaz de implementar de forma práctica la tecnología. El sintagma «ontología política» se aplica a varios pasajes de su trabajo. Desearía sugerir que la ontología política del ordoliberalismo es completamente diferente de la del neoliberalismo. Y esto porque ambas escuelas tienen orígenes, intereses y situaciones históricas muy diferentes. En este sentido, mi pregunta es bastante cercana a la de Brigitte Young: «¿Se encuentra la reciente convergencia entre el neoliberalismo alemán u ordoliberalismo y el neoliberalismo anglosajón justificada sobre una base ontológica o epistemológica?» (2017: 223).
31 Presentarlo como un telos irresistible es el fundamento para aquellos que aprecian una complicidad entre el neoliberalismo y Foucault. Puede ser abierta o implícita, pero hay motivos para sospecharla en la obra editada por Daniel Zamora y Michael C. Behrent (2016: 4-5) y de forma declarada en la de Geoffroy de Lagasnerie (2012). Sobre este libro, véase mi crítica en Villacañas, 2016.
El pasaje del coloquio Lippmann. Observaciones sobre el caldo germinal del neoliberalismo32
Adán Salinas Araya
1. Introducción
El presente trabajo se enfoca en el coloquio Lippmann, una de las fuentes que Foucault utilizó en Nacimiento de la biopolítica para intentar describir una imagen del neoliberalismo en el siglo xx. Este curso, con sus muchos aportes y límites, tiene una contribución esencial que radica en modificar la idea que se tenía sobre neoliberalismo en el contexto de mediados de la década del 2000, cuando se publicó el curso, y que dependía en esos años de la imagen del consenso de Washington y apuntaba fundamentalmente al programa de reformas inspiradas en la escuela de Chicago. El curso Nacimiento de la biopolítica va a mostrar que neoliberalismo es algo más complejo. Aunque no aporta una definición, no dice qué es el neoliberalismo, ensaya una caracterización de algunos rasgos claves que constituirían algo así como una corriente no homogénea con dos anclajes principales, en Alemania y Estados Unidos (Foucault, 2007: 97), y con algunas variaciones, en particular en Francia. Foucault llega a hablar incluso de neoliberalismo francés y de una instalación del neoliberalismo en Francia33. Esta caracterización exploratoria admite muchos ajustes, uno de ellos que me parece fundamental por cómo aparece en las recepciones es un cierto binarismo al momento de analizar el fenómeno neoliberal. Con todo, hay que recordar algo muy importante: que este aporte no es el objetivo del curso. Si seguimos las lecturas de los dos cursos que le preceden y las declaraciones del propio Foucault durante las lecciones del curso, el objetivo sería analizar una biopolítica neoliberal, objetivo no logrado como se lamenta en el resumen del curso34; puesto que el curso completo finalmente se dedicó a lo que sería solo la introducción, es decir, la racionalidad gubernamental neoliberal, racionalidad que sería la base para entender una biopolítica neoliberal, pero no la biopolítica neoliberal sino su condición35.
La explicación de este interés por el neoliberalismo es muy explícita en el curso. La presidencia de Giscard, contemporánea al curso, es según Foucault el momento de condensación de una línea de pendiente neoliberal de inspiración inicialmente alemana pero en la que se comienzan a notar rasgos de «une tarte à la crème» (2004: 221) que es el neoliberalismo norteamericano. Es sintomático que este rasgo contextual del curso se omita bastante de las lecturas o de hecho se desplace y modifique el contexto36.
De este modo el argumento y la función del coloquio en el argumento del curso resulta bastante lineal. Para hablar de una biopolítica neoliberal, se requiere hacer explícita la racionalidad gubernamental neoliberal, que a juicio de Foucault es desconocida o malentendida en su momento; para esto aborda una explicación de dicha racionalidad y en tal explicación el Coloquio Lippmann es el primer punto al que presta atención.
De todos modos el Coloquio Lippmann en 1979 y también en 2004, cuando el curso se publica, era un evento bastante desconocido, con actas muy difíciles de encontrar, aunque como veremos tenía la particularidad de haber prefigurado la sociedad de Mont Pelerin en varios sentidos y, además, haber usado por primera vez en este contexto el término neoliberal, como un término autoidentificatorio de este grupo variopinto de miembros selectos. El término neoliberal se asentará en diversos estudios para identificar este caldo germinal de una agenda para la renovación del liberalismo37. De modo que esta complejización de la cuestión neoliberal que sugiere Foucault no es una ocurrencia espontánea, o el hallazgo brillante de un analista privilegiado de los tiempos; sino el fruto del trabajo de un archivista. En ese mismo sentido he querido interrogar las fuentes, observar de manera directa el coloquio, sus dichos, pero también aspectos de su organización y de su propuesta programática. Confronto ahora esta lectura con el acercamiento que hace Foucault a la misma instancia y ciertas formas en que se ha asumido el trabajo foucaultiano sobre estos temas. He intentado mantener el ritmo del argumento principal, aunque me he visto obligado a una serie de excursos que finalmente he desplazado a los pies de página; de modo que análisis, datos o discusiones anexas no interfieran en la lectura.
2. Antecedentes sobre el coloquio
El llamado «coloquio Lippmann» (CWL) fue un encuentro que se realizó en París entre el 26 y el 30 de agosto de 1938, el motivo fue la visita de Walter Lippmann, periodista norteamericano que había publicado un año antes The Good Society, libro editado en francés por la Librairie de Médicis con prólogo de André Maurois. El libro sirve como punto de partida de la reunión, aunque de hecho la reunión no trate exclusiva o principalmente sobre el libro, ni Lippmann38 cumpla en absoluto el papel de juez sobre las discusiones. Se trata de un evento privado al que asisten 26 participantes. Entre ellos economistas académicos: Mises, Hayek, Rueff, Röpke, Rüstow, Heilperin, algún académico de otras disciplinas como el propio Rougier, Castillejo o M. Polanyi, empresarios como Marlio, Mercier, Detoeuf, y funcionarios o gestores políticos y activistas como Baudin, Zeeland, Bourgeois. Esta caracterización funcional tiene sus deficiencias, pues hay muchos de estos invitados que pasan finalmente de la academia a la política, o empresarios que son al mismo tiempo activistas, y es claro que hay un núcleo de organización francesa previo al coloquio que tiene un evidente programa de intervención política y de oposición al frente popular. La lista de participantes se completa con Hooper, Lavergne, Piatier, Possony, Schutz, Auboin, Condliffe, Aron, Mantoux, Marjolin. Las actas del coloquio presentan a los participantes simplemente por países, caracterización que replicará Escalante Gonzalbo (2017: 27). Foucault había caracterizado a los participantes en términos de posiciones teóricas como provenientes del viejo liberalismo, del neoliberalismo alemán y austriaco, aludiendo a Röpke y Rüstow en el primer caso y a Mises y Hayek en el segundo (2007: 160). Posteriormente hará una modificación de esta caracterización que me parece de cierta relevancia:
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