Adónde nos llevará la generación "millennial". Barbara J. Risman

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Adónde nos llevará la generación "millennial" - Barbara J. Risman страница 21

Автор:
Серия:
Издательство:
Adónde nos llevará la generación

Скачать книгу

ya no tienen derechos diferentes cuando se divorcian y las leyes laborales son cada vez más neutrales en cuanto al género. Los anuncios de trabajo ya no pueden decir abiertamente que se busca a hombres o mujeres, aunque seguramente hay formas más sutiles de señalar qué género prefieren las personas empleadoras. Las mujeres pueden acceder a todas las categorías militares, aunque en este momento solo los hombres deben inscribirse para el reclutamiento. Las únicas instituciones que todavía tienen diferentes normas y reglamentos organizativos para hombres y mujeres de forma abierta y legal son las confesiones religiosas. En algunos grupos religiosos, como los católicos, los judíos ortodoxos y los musulmanes, las mujeres no pueden ocupar puestos de liderazgo como clérigas. En muchas confesiones conservadoras, las mujeres tienen que vestirse discretamente, presumiblemente para no provocar sexualmente a los hombres con los que se encuentran. Las reglas religiosas siguen siendo el último bastión del esencialismo de género regulado y aceptado en las sociedades occidentales. A pesar de que ninguna ley o política determina los salarios, el efecto real del sexismo todavía se percibe en las brechas salariales entre hombres y mujeres en todos los sectores, aunque, como los hombres que no tienen títulos universitarios han tenido un rendimiento tan bajo en las últimas décadas, las mujeres de sus comunidades están acortando las brechas salariales, no porque estas se las arreglen bien, sino porque los hombres lo están haciendo muy mal (McCall, 2015).

      La estructura de género sigue siendo muy poderosa hoy en día, aunque haya cambiado y las mujeres tengan muchas más opciones que en siglos anteriores. England (2010) ha sugerido que la revolución de género se ha estancado. Es precisamente en este contexto en el que la generación millennial entra en la edad adulta. En el próximo capítulo veremos lo que sabemos sobre los y las jóvenes de hoy y cómo experimentan nuestra estructura de género. Hay muy poca información sobre la generación millennial y menos aún sobre sus experiencias con la estructura de género. Con este libro espero lograr cambiar esto.

      1 Algunos de los argumentos expuestos en este capítulo se presentaron en una versión anterior (Risman y Davis, 2013) y otros en Risman (2017).

      2 Entrecomillado en el original (N. de la T.).

      3 Aunque el ingreso de mujeres en la academia puede no haber dado lugar a más investigaciones sobre género, muchas de las mujeres que entraron en esta también participaron en el Movimiento de Liberación de la Mujer de esa década y aportaron sus interrogantes sobre la subyugación de las mujeres y las desigualdades de género a su trabajo académico. Las experiencias sociales a menudo influyen en las ideas científicas (Sprague, 2016).

      4 La autora hace referencia aquí a unos hornos de juguete que la marca Kenner introdujo en Estados Unidos en 1963. Estas cocinitas estaban provistas de resistencias que al ponerse incandescentes desprendían calor, lo que permitía hornear alimentos diminutos: galletitas, panes pequeños, etc. (N. de la T.).

      5 Mantenemos la denominación en inglés dado que en los contextos de habla castellana nos referimos a este marco teórico en inglés. El entrecomillado está en el original (N. de la T.).

      6 Utilizamos aquí el lenguaje no binario respetando la identidad queer que asume Judith Butler (N. de la T.).

      7 En el original «bathrooms bills»; la autora se refiere al precio que pagan las personas transgénero cuando se las cuestiona por utilizar un baño que «no es el suyo» (N. de la T.).

      8 Hacemos uso del lenguaje no binario en esta frase dado que resulta pertinente para lo que se está expresando (N. de la T.).

      9 Es cierto que la psicología no ha hecho esta transición, lo que explica que una de las revistas más importantes en ese campo sea Sex roles. Mi explicación para esto es que la psicología estudia, principalmente, al individuo, los medios por los cuales la cultura se interioriza en nosotros, y por eso el lenguaje no es tan impreciso para esta. Sin embargo, el lenguaje de los roles incluso en esos casos parece implicar que los roles asociados al sexo son de alguna manera consistentes a través del tiempo, la raza, la etnia y la clase. En este escrito se dan argumentos como para cambiarle el nombre a la revista.

      10 Hablamos de redes sociales en tanto que concepto sociológico fundamental que se refiere al conjunto de relaciones sociales. Cuando nos refiramos a las redes sociales como medios de comunicación, añadiremos la especificación «de internet» (N. de la T.).

      2

      Los, las y lxs millennials como adultas emergentes

      De aquí en adelante utilizo el marco teórico que se ha presentado en el último capítulo, el género en tanto que estructura social, para ayudar a comprender las experiencias de vida de la generación millennial. Empezaré ubicándola dentro de un contexto histórico y después revisaré lo que sabemos sobre su actual etapa de la vida desde la perspectiva del desarrollo humano. Integro lo que sabemos acerca de la transición a la edad adulta en este momento de la historia en la investigación sobre esa etapa de desarrollo de la vida conocida como la «adultez emergente» (Arnett, 2000; 2015). Finalmente, dirijo la atención a la investigación ya realizada sobre la generación millennial, especialmente respecto al debate etiquetado con las expresiones Generation Me1 (Twenge, 2014) y Millennial Momentum (Winograd y Hais, 2011). Generation Me retrata a la población joven centrada en sí misma, mientras que en Millennial Momentum se presenta una nueva generación lo suficientemente implicada en la participación ciudadana como para revitalizar América. Recurro a un reciente artículo de Milkman (2017) para ilustrar que al menos algunas millennials con educación universitaria han comenzado a crear movimientos sociales tras la crisis financiera de 2008. Concluyo resumiendo lo poco que se recoge sobre millennials y estructura de género en investigaciones anteriores.

      Tras la Segunda Guerra Mundial experimentamos una tendencia a prolongar una década la transición a la edad adulta y a que esta transición fuese más diversa e individualista. Durante la mayor parte del siglo XX, se alcanzaba la edad adulta cuando las personas jóvenes dejaban la escuela, encontraban un trabajo a tiempo completo y se mudaban de los hogares familiares para casarse y tener descendencia. Esto sucedía al finalizar la educación secundaria o la universidad en respuesta a un orden predecible. La escuela terminaba y los trabajos comenzaban, seguidos del matrimonio y la familia, todo ello en una rápida sucesión. Hace casi dos décadas, Shanahan (2000) llevó a cabo una revisión de la literatura científica para informar que el proceso etápico hacia la edad adulta resultado de la industrialización se estaba fragmentando, lo que conllevaba una «individualización» del curso de la vida. La duración de este patrón moderno, industrial y predecible queda, en realidad, como interrogante sin contestar, pero lo que está claro es que, a finales del siglo XX, las cosas han cambiado de manera espectacular. A estas alturas, esta transición ordenada y relativamente rápida de la adolescencia a la edad adulta parece un recuerdo lejano de un tiempo mucho más simplificado.

      El incremento en la duración y la variabilidad del proceso de transición a la edad adulta están ligadas a los cambios radicales experimentados tanto por la economía como por la familia en el siglo XX. Durante este tiempo, una mayor proporción de jóvenes han cursado estudios de secundaria y luego universitarios. En la actualidad, la mayoría de las y los estadounidenses asisten a la escuela secundaria hasta los 18 años y casi la mitad todavía permanecen en el sistema educativo hasta mediada la veintena (Furstenberg, 2010). Más del 10 % todavía lo están entre los 25 y 30, y otro 5 % se encuentran terminando su formación después de los 30 años. No es de extrañar que a la población joven estadounidense le lleve tanto tiempo ingresar en el mercado laboral a tiempo completo. Además, cada vez se da una probabilidad menor de que los primeros trabajos aporten un sueldo

Скачать книгу