Ciudadanía digital y desarrollo local. Francisco Sierra Caballero
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En nuestro entorno regional, en el ámbito iberoamericano, son numerosas las aportaciones y reflexión en la materia. Tanto la red REDISTIC y el proyecto MISTICA, como los sucesivos encuentros en torno al Foro Comunicación y Ciudadanía, vienen planteando el problema del acceso a las nuevas tecnologías informacionales, a fin de procurar identificar los factores y elementos de referencia para el estudio y desarrollo de esta problemática estratégica de la Sociedad de la Información desde una perspectiva periférica. Grupos de trabajo como el agrupado en torno a la Revista Teknocultura vienen, así por ejemplo, explorando el impacto de las nuevas tecnologías en las formas sociales de mediación cultural y desarrollo comunitario en el marco de la política científica y tecnológica del gobierno de Puerto Rico (UPR). En el seno de la Escuela de Comunicación, investigadoras como la profesora Heidi Figueroa son referencia internacional en materia de cibercultura y prácticas ciudadanas de apropiación social de las nuevas tecnologías. Por otra parte, los estudios en comunicación participativa y desarrollo social tienen acumulado un amplio conocimiento de los procesos de empoderamiento y apropiación de las innovaciones tecnológicas en nuestro ámbito cultural, siendo los autores de la denominada «escuela latinoamericana» de comunicación y desarrollo, referencia internacional obligada en la teoría y estudios aplicados en la materia: desde la radiodifusión y la televisión educativa al desarrollo actual de los telecentros como recursos para afirmar el derecho a la comunicación y la cultura. En esta línea, además de los clásicos trabajos de Luis Ramiro Beltrán, Rosa María Alfaro o Alfonso Gumucio, cabe destacar los trabajos de teoría y trabajo de campo que viene dirigiendo el profesor Gustavo Cimadevilla de la Universidad Nacional de Río Cuarto en Argentina sobre innovación tecnológica, comunicación y cambio social en zonas rurales. Actualmente, el Laboratorio de Comunicación Compleja, dirigido por el prestigioso investigador Jorge González, ha venido desplegando una noción sociotécnica de innovación, vinculado a comunidades y territorios de ampia productividad, como referencia, en la misma línea.
En España, sin embargo, los estudios sobre comunicación participativa, y específicamente la investigación en comunicación para el cambio social con las nuevas tecnologías, es prácticamente inexistente o marginal. Salvo algunos antecedentes como los de Vidal Beneyto en los años setenta, o los encuentros sobre comunicación y movimientos sociales del Departamento de Sociología IV (Caffarel, Bernete & Baca, 1994), son escasos los estudios en comunicación, participación y desarrollo comunitario. Apenas recientemente, el profesor de la Universidad Pública de Navarra, Javier Erro, ha realizado diversos estudios empíricos sobre el uso de la comunicación en ONG en planes y políticas de desarrollo. Y revistas como Cuadernos de Información y Comunicación o la Revista de Occidente han venido publicando monográficos sobre Ciberdemocracia y la revolución digital desde el punto de vista del individuo y el consumo cultural en el ciberespacio (Junio 1998).
El trabajo colectivo coordinado por COMPOLITICAS en la Universidad de Sevilla es una de las escasas referencias en la materia. En el trabajo liderado a lo largo de más de una década, se han venido actualizando diversos informes que tratan de reflejar los retos y perspectivas de futuro (www.cibermov.net). En la misma línea, desde el ciberactivismo, otros autores y colectivos, como CIBERSOMOSAGUAS, han tratado de analizar la función política de las nuevas tecnologías en las luchas contemporáneas de la ciudadanía desde una perspectiva general (López, Roig & Sádaba, 2003). Existen, no obstante, trabajos de campo realizados más allá de la investigación aplicada y evaluativa de diputaciones y organismos autonómicos que pueden ser actualizados en revistas como TEKNOCULTURA y REDES.COM. No viene al caso hacer aquí una exhaustiva y detallada documentación del estado del arte. Simplemente conviene señalar, a efectos de situar la lectura de este trabajo, que el conjunto de estas aportaciones y antecedentes de la investigación sobre nuestro objeto de estudio han servido de marco teórico-metodológico y punto de referencia, sentando las bases del diseño de investigación y los resultados que a continuación se presentan.
Considerando algunas de las conclusiones más relevantes del estado del arte en la materia, y la propia experiencia previa de exploración del objeto de estudio, advertimos al lector que este objeto, como todo análisis de lo social, es un conocimiento incompleto e inacabado, entre otras razones porque las transformaciones revolucionarias que promueve lo digital, con la consiguiente aceleración de la historia y los cambios en curso, exige del investigador asumir la hipótesis de partida de considerar la Sociedad de la Información (o sociedad cognitiva, según la denominación común de la Comisión Europea) un proceso creativo que comprende diferentes esferas o dominios ontológicos de acción, tanto materiales como simbólicas, en tanto que manifestación de las formas de construcción y sentido social. La articulación o agenciamiento de las nuevas tecnologías en la construcción de las propias ecologías de vida, tanto físicas como socioculturales, es determinante en la transformación del capital social necesario para el proceso de desarrollo comunitario como un proceso complejo y tramado a múltiples niveles. Esta lectura hologramática, y si se prefiere socioanalítica, parte de reconocer la centralidad de la mediación social de la cultura digital en la vida cotidiana de la población tanto como en la mediación social, alterando las nociones al uso de la modernidad. Esto es, la implementación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, a nivel local, exige en coherencia replantear los límites territoriales y simbólicos del espacio público, orientado hoy al consumo o uso estandarizado de los recursos culturales y de mediación en el ejercicio de la ciudadanía. En otras palabra, la ciberdemocracia, el uso y apropiación de las nuevas tecnologías en procesos de cambio social exige, desde el punto de vista del propio conocimiento comunicológico, una estructura de código abierto, por lo que han de ser contempladas las identidades múltiples y difusas de lugares y pertenencias, así como la exigencia de mayor permeabilidad de la planificación y desarrollo de los poderes públicos locales.
De acuerdo con esta premisa, y antes de proceder al trabajo de campo, en anteriores estudios exploratorios realizados sobre la materia, constatamos que existe una correlación directa entre el grado de apertura y la mayor o menor diversidad de actores locales participantes en los procesos de apropiación social activa de las NTIC, desde el punto de vista de la efectiva incorporación de estos nuevos medios y equipamientos culturales en proyectos de desarrollo comunitario. Luego, por principio, sostenemos que el limitado alcance del impacto innovador de las nuevas tecnologías de información y comunicación es, en buena medida, atribuible a la ausencia de políticas municipales de integración y desarrollo de redes ciudadanas que faciliten el uso productivo de estos recursos de innovación para el desarrollo local. Del mismo modo que la forma de conocer y mapear el campo de experiencias productivas en este ámbito pasa por corroborar el conocimiento situado en función de criterios de validez y pertinencia coherentes con esta filosofía. De ahí que el estudio que a continuación presentamos, someramente, fuera diseñado pensando en estudiar los factores y procesos de innovación en procesos de desarrollo comunitario, mediante el análisis de las formas concretas de participación, a partir de diferentes experiencias en proyectos específicos de comunicación y desarrollo local procurando, en todo momento, capturar el espesor material y simbólico desde los propios estudios de caso. Esto es:
— Estudiar los usos públicos y colectivos concretos del espacio virtual proyectado por las nuevas tecnologías de la información en las formas de identificación comunitaria, de apropiación social y desarrollo local del territorio.
— Conocer las experiencias de apropiación social de las tecnologías de la información en municipios tanto rurales como urbanos, y las formas sociales de cómo se produce esa apropiación y las diferentes tipologías de procesos participativos que se están originando a partir de dichas prácticas sociales mediadas por las tecnologías de la información.
— Estudiar los usos de las NTIC que desarrollan los telecentros considerando las variables de política pública y contexto regional.