Para una crítica del neoliberalismo. Rodrigo Castro
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2 Véase de Balibar (2014), además del capítulo «La invención del superyó. Sigmund Freud y Hans Kelsen, 1922», el titulado «Juzgarse a sí mismo y a los otros».
3 El movimiento obrero, explica Lazzarato (2017: 111), está en decadencia porque se ha limitado a sustituir el trabajo, «la pieza maestra de las sociedades disciplinarias, por el empleo, una de las formas principales de regulación de las sociedades de control».
La última neutralización: Ordoliberalismo y Foucault
José Luis Villacañas Berlanga
1. Introducción
El objetivo de este trabajo es cuestionar el concepto de «Ordoliberalismo» desplegado en las lecciones de Foucault tituladas Nacimiento de la biopolítica. Su presentación del ordoliberalismo no logra establecer una adecuada diferencia entre el sentido de esta corriente de la económía política y eso que se llama «neoliberalismo» en la actualidad. Esto es perturbador porque impone una falsa genealogía del presente y dignifica al neoliberalismo actual desde teorías del pasado que respondían a otro contexto histórico. El manierismo de la vida académica actual muestra aquí su peor consecuencia: la ausencia de un método reflexivo adecuado. Esta ausencia tiene que ver con una comprensión aurática de la autoridad intelectual, que no ha cambiado en los últimos cincuenta años. Pero la aceleración de nuestro tiempo histórico es de tal índole que no puede ser apresada mediante las anteojeras de una autoridad intelectual cosificada. Lo que veía Foucault a finales de los años 70 del siglo pasado, cuando pronunció sus lecciones, no es lo que vemos nosotros en el primer tercio del siglo xx. En medio queda algo más que la evolución lógica inmanente de un diseño ordoliberal. Este trabajo desea impulsar un cambio de perspectiva que muestre las debilidades del análisis de Foucault. Su finalidad, que no podemos cumplir, es reclamar una mejor comprensión de nuestro presente.
2. Ensayo de contextualización
Foucault estaba situado ante una realidad sin cristalizar, en movimiento. No tratamos de disminuir la genialidad de su mirada, sino sugerir que era a menudo sesgada. Foucault se centró en explicar la genealogía de la técnica del gobierno biopolítico neoliberal exclusivamente desde el ordoliberalismo. Este método determinó que solo estuviera interesado en aquellos rasgos del ordoliberalismo que cuadraban con ese gobierno biopolítico neoliberal que se dibujaba en el horizonte. Nunca aspiró a entender el ordoliberalismo desde el punto de vista de su especificidad histórica. Para ello se basó casi por entero en el libro de François Bilger (1964) y su mirada fue selectiva, restrictiva y reductora. Así, acabó mostrando el ordoliberalismo como una economización general de la sociedad que cuadraba bien con el sentido del gobierno neoliberal que se comenzaba a definir. Con ello destacó solo el aspecto económico del complejo sentido doctrinal del ordoliberalismo. Por supuesto, Foucault percibía, en el tiempo en que pronunciaba sus lecciones, que esa economización completa de la sociedad era el futuro. Retrospectivamente, entendió que ya era el efecto previsto por el ordoliberalismo. Esta representación se ha cosificado como la imagen adecuada para el presente. Con esa operación, la actualidad queda entendida como resultado necesario de un telos histórico perfectamente proyectado. Los ordoliberales serían los diseñadores de este presente.
Esta perspectiva tiende a eliminar los aspectos sobrevenidos de la situación actual, su radical novedad, sus decisiones políticas, el sentido imprevisto respecto de las proyecciones ordoliberales. El problema que encierra esta perspectiva genealógica reside en que no es capaz de entender a qué respondía el ordoliberalismo, su condición epocal. Este ensayo argumentará que el problema al que respondía el ordoliberalismo no tiene nada que ver con el problema del presente. Utilizar las teorías ordoliberales (diseñadas para impedir el Estado totalitario antes y después de la II Guerra Mundial) para pensar el presente que comienza con el final de la Guerra Fría, nos impide comprendernos hoy de forma adecuada. Con ello no sugiero que sea una urgente necesidad hacerle justicia a los pensadores ordoliberales. Lo urgente es pensar el presente de una forma adecuada. Foucault no pudo hacerlo cuando se comenzaba a avistar el final de la Guerra Fría, el contexto geopolítico que enmarca nuestro presente. Si repetimos su pensamiento, nos cerramos el camino a una genuina comprensión de la cristalización del mundo posterior a la Guerra Fría.
Este ensayo se limitará a exponer una crítica del ordoliberalismo en Foucault. Es importante realizarla porque contribuye a diferenciar entre la construcción histórica del ordoliberalismo y el gobierno actual. Lejos de facilitar la transición entre una y otra forma gubernamental, debemos resistirnos a considerarlas como un continuo histórico. Desprendernos de esta consideración inmanente de la historia nos ofrece la perspectiva adecuada para contextualizar a Foucault.
3. La intuición básica de Foucault
La finalidad de Foucault en Nacimiento de la biopolítica era abordar el problema de la tipología específica de gobierno que se comenzaba a generar desde la irrupción de Margareth Thatcher. La llamó gubernamentalidad biopolítica. Foucault quiere describirla, y lo hace apelando al ordoliberalismo como su matriz teórica. Sus reflexiones sobre el ordoliberalismo son así instrumentales. Sin embargo, estas previsiones ordoliberales son así asumidas por Foucault como ya realizadas. Desde el punto de vista de una historia de las doctrinas políticas, esta operación tiene problemas. Desde una correcta ilustración social todavía presenta problemas más graves, pues impide la autoconciencia del hoy. Una correcta apreciación genealógica permitiría una mayor nitidez del concepto «ordoliberal», para apreciar mejor las distancias con nuestro presente. Sin embargo, lo que deseaba proponer Michel Foucault es una identificación entre aquel pasado y su presente. Para él, con el gobierno biopolítico llegaba el final de la época de la economía política. Y eso era ordoliberalismo. Esta identificación ocultaba la diferente época histórica de ambos fenómenos. El gobierno biopolítico de Foucault puede ser el final de la época de la economía política, pero el ordoliberalismo era una economía política centrada en el Estado (Böhm, Eucken y Grossmann-Doerth, 2017: 27)4.
Por supuesto, no se trata de hacer aquí arqueología5. No hablamos del capitalismo renano, sino de ordoliberalismo6. Estamos interesados en mostrar si el ordoliberalismo tuvo una economía política, y el papel del Estado en ella. Y deberíamos resaltar, como contrapunto, si el gobierno biopolítico de Foucault tiene las mismas bases teóricas. En este sentido, mencionaré aspectos del ordoliberalismo que no han sido destacados por Foucault desde el punto de vista filosófico e ideal. Esos aspectos caracterizan a los ordoliberales como testigos de una época determinada específicamente europea, amenazada por una situación internacional dominada por los totalitarismos y por el capitalismo anglosajón tradicional. Lo decisivo para moverse en este escenario era un sentido preciso del concepto de Estado que ya no está vigente.
Foucault deseaba elaborar una síntesis que implicaba presentar el gobierno biopolítico como gobierno neoliberal. Creo que esta síntesis encierra su verdadero diagnóstico del presente. Era una síntesis porque reunía elementos divergentes. Como sabemos, su biopolítica se origina en la intensificación del Welfare State. La dimensión neoliberal consistía en que esa biopolítica estaba por completo atravesada por el mercado. Para Foucault los dos elementos procedían del ordoliberalismo. Veámoslo de cerca.
El concepto de gobierno biopolítico, para Foucault, superaba el concepto clásico de soberanía como política que daba muerte. Ahora el gobierno daba vida, y lo hacía a través de toda una política social masiva, reguladora, normalizadora, destinada a vivir más y más sano en libertad. Por eso, este gobierno estaba constituido por los «dispositivos liberógenos» (Foucault, 2007: 91). Lo específico de este gobierno biopolítico,